Los fans de U2 tienen su celebración particular para recibir este 2013: hoy se cumplen 30 años del lanzamiento de «New Year’s Day» como uno de los sencillos fundamentales en la historia de la célula de cuatro patas.
El single no fue cosa menor en tanto que impulsó a los irlandeses a invadir por primera vez el Billboard Hot 100, además de meter la nariz en las faldas del Top 10 británico. A partir de ahí, tres décadas de reflectores tendrían un sustento desde todo punto de vista: musical, mediático, político, social, altruista. Significó el principio real de todo, incluso de la bifurcación de opiniones con respecto a U2 y a Bono. Los adoradores y enemigos, el mal y el bien, la alabanza y el ataque, comenzaron con «New Year’s Day».
Al menos en 1983 la lírica de la canción se ceñía al movimiento de solidaridad polaco, liderado por Lech Walesa. No era casualidad. Los cuatro nenes, con sus rostros todavía en formación y la inmadurez batallando por mantenerse dentro de ellos, vivían vapuleados por las noticias bélicas y los disturbios sociales proyectados minuto a minuto en el televisor y en la radio. Conflictos por doquier. Y para colmo, mientras Adam Clayton y The Edge ya tenían algo armado en bajo y piano, Bono aún no tenía las letras completas. Así que el matudo vocalista tuvo que improvisar un poco de poesía.
Valga decir que la canción era paradójica, original y exclusivamente de amor, dedicada a Ali, la mujer de Paul Hewson. Eso indicaba la superficie, pero en realidad, instauraba una contundente oda al movimiento polaco Solidaridad en contra del poder comunista, encabezado por Walesa.
«De alguna forma, pensé en Lech Walesa encerrado y en el modo en que negaban a su mujer visitarlo. Entonces, cuando grabábamos la canción, declararon la ley marcial en Polonia el día de Año Nuevo. Fue algo increíble», declaró en su momento Bono con respecto a las sesiones del álbum War en los Windmill Lane Studios.
Si algo domina el señor Hewson es colocarle a un zapato musical agujetas de diferente color. Y así ata las mismas, entrelazando conceptos personalísimos que a la vez pueden ser vecinales, comunitarios, nacionales y hasta mundiales. Aquí, la noción de separación amorosa aplicaba para contextualizar un movimiento social y político. Los conflictos y los sentimientos. Nada que alguien no haya experimentado sin saber dónde acaba lo uno y dónde empieza lo otro.
El amor y la guerra. El mayor de los sinónimos.
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