«Porcelain» debe ser el sencillo más conocido de Moby. Pero antes de ser hit era un track promedio, una composición de mediana expectativa… incluso para su propio creador, quien sin llegar a ser escéptico, no la consideró algo extraordinario.
Justo en los tiempos en que horneaba el álbum Play, el norteamericano calibraba de hecho la canción desde una óptica predominantemente negativa, ya que sentía que la producción se había desviado significativamente y que el alcance de su voz era mediocre.
A tales niveles escaló esto que el pelón incluso pensó excluir a «Porcelain» de la selección final de temas para el álbum. No llegó a tanto, pero cuando comenzó la gira mundial, se dijo preparado para asumir el rechazo de muchos de sus feligreses.
Estaba equivocado.
«Cuando el tour inició, ‘Porcelain’ era la canción en la que muchos salían a servirse un trago. Sin embargo, poco después Danny Boyle (cineasta) incluyó el tema en la banda sonora de The Beach, película que marcó el regreso al cine de Leonardo DiCaprio tras Titanic. Esto ayudó a que miles de personas se enteraran de mi nuevo álbum en 1999. Usaron mi música de manera estupenda en la cinta», le dijo Moby a la revista Rolling Stone hace algún tiempo.
En efecto, el sexto sencillo de Play se volvió de pronto indispensable y digno de ubicarse entre los primeros lugares en una docena de países.
Con el tiempo, el efecto DiCaprio convertiría al patito feo de Moby en ese himno en directo que ningún asistente al concierto se perdería para ir a servirse un trago.
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