Cien minutos de metal puro, un Dave Mustaine en gran forma y alejado de los años turbulentos, un miércoles ideal y 6,500 fans entregados para celebrar los 20 años de Countdown To Extinction, uno de los ábumes más importantes en la carrera de Megadeth. El Pepsi Center tuvo causales de sobra para estallar.
«Hola México, gracias por venir, ya vamos por ustedes, ésta es la casa de Megadeth», dijo el líder del cuarteto de thrash en un video desde el camerino proyectado en la pantalla central, lo que causó alaridos en los miles de rattleheads, ávidos de metal.
Desde que sonó la entrada de Shawn Drover y el bajo de David Ellefson para que «Trust» tomara forma, quedó claro que la noche sería intensísima e inolvidable. Gritos por doquier y células de slam, así como frecuentes porras a Mustaine enmarcaron un show potente, aunque con algunos problemas de sonido especialmente durante «Hangar 18» y «She-Wolf».
La costumbre no podía variar, así que las imágenes de guerra decoraron el escenario en la parte medular del concierto, cuando hubo que rendir culto al Countdown To Extinction, disco que Megadeth no había tocado en orden en tours anteriores. Así que los fans latinoamericanos tendrán algo qué presumir entre las tribus thrash.
«Hace calor aquí. Estamos celebrando el 20 aniversario del disco, así que… ¡aquí vamos!», gritó Mustaine tras recibir tres banderas mexicanas, mientras algunos elementos de seguridad sacaban a no menos de siete fans sofocados que se habían apretado contra la valla que dividía a las secciones A y B.
«Skin o’ my Teeth», «Symphony of Destruction», «Architecture of Agression», «Sweating Bullets», «This Was My Life». Demasiado olor a 1992, frenesí y hasta tiempo para que Dave subiera a dos niños para obsequiarles dos plumillas y una sentencia: «Son el futuro del heavy metal de México».
«Captive Honour» y «Ashes in Your Mouth» cerraron la conmemoración del aniversario y sin el encore esperado, la banda no tardó en mostrar todo su poder con una de las reinas de la noche: «Peace Sells». Pero ahí justamente, el polémico mandamás del cuarteto fue contundente sin importar que sus palabras derivaran en menuda rechifla de los mexicanos. «Con esta canción en Argentina se volvieron locos, se oían mejor que ustedes, por favor no dejen que Argentina les patee el trasero», dijo Mustaine.
Sin novedad, «Holy Wars…The Punishment Due» dio el cerrojazo a otro recital memorable e infernal, de esos que dejan las orejas hechas cenizas y el alma encapsulada en gotas de sudor. Rabietas de los metaleros, comunión absoluta, historia pura.
Setlist – 190912 –
Trust, Hangar 18, She-Wolf, A Tout Le Monde, Whose Life (Is It Anyways?), Public Enemy No. 1, Skin o’ My Teeth, Symphony of Destruction, Architecture of Aggression, Foreclosure of a Dream, Sweating Bullets, This Was My Life, Countdown to Extinction, High Speed Dirt, Psychotron, Captive Honour, Ashes in Your Mouth, Peace Sells, Holy Wars… The Punishment Due.
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