RADIOLARIA

Los viejos libros coinciden en que «Somethin’ Stupid» fue la canción con la cual salieron del bache tanto Frank Sinatra como su hija Nancy. Fue justo en la época en que el rock y la psicodelia se habían apoderado de los charts nuevamente, por lo que tanto padre como hija, cada uno en su trinchera, requerían un segundo empujón para recobrar el éxito ante las masas.

El tema, compuesto e interpretado originalmente por Carson Parks y su mujer Gaile, había pasado sin mayores elogios a mediados de los 60. Meses después, la dinastía Sinatra escuchó la pieza en una maqueta al piano y pensó en aprovechar tal materia prima para darle buenos arreglos, grabar y aspirar al hit como parte del álbum The World We Knew.

«A mi padre le encantó, le pareció estupenda canción y pensó que sería divertido grabarla conmigo», declaró Nancy en una entrevista hace cuatro años.

Dicha sesión de estudio se llevó a cabo el 1 de febrero de 1967, sin que los arreglos musicales, a las órdenes de Billy Strange, fueran modificados en demasía. Pero la clave estaba en otra premisa más simple y a la vez definitiva: la extraordinaria voz de Frank aderezada con la ternura de su hija y la guitarra de Al Casey. Combinación fascinante y suficientemente buena como para que el single se instalara en la cima del Billboard entre el 15 de abril y el 6 de mayo de 1967.

«La Voz» logró así relanzar su carrera, la de su hija y demostrar que en uno de los años más brillantes y competitivos en la historia de la música, un gran cover a dueto (al que los envidiosos titularon «The Incest Song») podía hacer frente a las creaciones de The Doors, The Beatles, Aretha Franklin, Stevie Wonder, Dionne Warwick, Procol Harum, The Turtles, The Rolling Stones, The Supremes, Scott Mckenzie, The Monkees y The Mamas And The Papas.

Exactamente 45 años después, disfrutamos todavía de aquella apuesta… nada estúpida.