Casi hasta el día de su muerte, John Lennon intentó aclarar por todos los medios que la canción «Lucy In The Sky With Diamonds» no tiene que ver en absoluto con el LSD, argumentando que todo nació sencillamente de un dibujo que le mostró su hijo Julian cuando éste tenía 4 años, mientras el músico y el resto de The Beatles horneaban el álbum Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band.
El pequeño se había inspirado en Lucy O’Donnell, una amiga de la escuela. «Mira, papá; es Lucy en el cielo con diamantes», dijo entonces Julian a John tras un día de clases.
Así pues, todo fue sin la intención que muchos, todavía 45 años después del lanzamiento de aquel grandioso álbum, atacan y relacionan con el famoso ácido que tomó auge a finales de los años 60.
Según confesó la propia Lucy a la BBC en 2007, tanto ella como Julian pintaban sobre un caballete de doble cara y se arrojaban cuanto dibujo hacían, provocando el enojo de las monjas: «Cuando niña, cometí el error de contarle a mis amigos de la escuela que yo era la Lucy de la famosa canción, pero ellos dijeron: ‘No, no eres tú, mis padres me han dicho que es sobre la droga’».
Desafortunadamente, entre la necedad de los adoradores de leyendas y el lupus que contrajo, Lucy no pudo seguir defendiendo su histórico sitio en la música de The Beatles. El 22 de septiembre de 2009, la musa de Lennon (padre e hijo) hizo justicia al añejo dibujo de la infancia y a los 46 años de edad viajó al cielo con todos los diamantes que pudo llevar consigo.
Opina en Radiolaria