Una de las imágenes más poderosas del siglo 20 y símbolo de uno de los álbumes más elogiados del cuarteto de Liverpool, ahora se ve distinta. Los cuatro integrantes de The Beatles cruzan la famosa calle londinense en versión alterada.
Pero no sólo eso: Paul McCartney ya no camina descalzo sobre la cebra de asfalto; ahora luce sandalias y no va fumando, mientras que John Lennon, Ringo Starr y George Harrison avanzan en sentido opuesto a la escena original, la cual quedó inmortalizada en la tapa de Abbey Road, para muchos la obra cumbre de The Beatles.
En términos musicales, es una especie de remezcla, una carta inédita, lo equivalente a una lengua adulterada en el caso de The Rolling Stones o a un muro con ladrillos color amarillo en el caso de Pink Floyd. La Mona Lisa acaba de soltar una carcajada.
Esta imagen, firmada por Iain Mcmillan en 1969, ha salido a la luz y será subastada este mes en una galería de la capital británica a partir de 11,300 euros.
«La imagen se ha convertido en un ícono de los 60. Creo que la razón para que sea tan popular reside en su simplicidad. Es una foto en la que la gente se puede ver identificada porque es un lugar por el que pueden caminar», declaró el autor en 1989.
Pese a esta simplicidad, nunca han faltado los rumores alrededor de la mitología beatle. Según algunos puristas, los cuatro músicos eran parte de un cortejo fúnebre en dicha imagen. Lennon, de blanco, era el párroco. Ringo, con traje negro, era el empresario de pompas fúnebres. Harrison, con mezclilla, era el sepulturero. Y McCartney, sin más, era el muerto del que tanto se habló en aquellos tiempos.
Historias fascinantes de una banda fascinante. Por eso las versiones alteradas son siempre bienvenidas.
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