RADIOLARIA

Bailaba menos en el video, pero la cachondez y el atractivo permanecieron intactos, así como su escote.

Tal y como lo consiguió en el comienzo de siglo con «Can’t Get You Out Of My Head», Kylie Minogue dejó a miles de admiradores boquiabiertos cuando en 2003 se enfundó en un extraño y ajustado traje de baño y se tiró al sol sobre una toalla azul a canturrear «Slow», rodeada de cientos de bañistas en una locación española.

La australiana de las piernas elásticas materializaba así su triunfal retorno al ruedo con este primer adelanto del álbum Body Language.

«El video se filmó en una sede olímpica de Barcelona. Todo el tiempo estoy recostada, lo que en un inicio consideré un plan muy astuto», le dijo Minogue a VH1.

Es posible que la composición, en la que igualmente colaboraron Dan Carey y Emilíana Torrini, haya estado salpicada de fragmentos derivados de la relación amorosa que la nacida en Melbourne, entonces con 35 años de edad, acababa de entablar con el actor parisino Olivier Martinez.

«Es una canción muy simple, y a la vez se te pega. Líricamente, tiene que ver con la forma en que el tiempo y el espacio adquieren un significado distinto cuando te topas con alguien que realmente te gusta. Me fascinó la manera en que la canción tenía este efecto de empujar y jalar; la música y la letra te dan esa sensación. Muchas cosas se intensifican… hasta tu propio modo de respirar», añadió la diva al referido canal.

En este sencillo, que cargó con la dura encomienda de deshacer el concepto de artista one hit wonder de Kylie en Estados Unidos, el tono de voz de la suicide blonde, como alguna vez la definió Michael Hutchence, es suave, terso, sutil, apenas un susurro al oído, suficientemente efectivo como para calentar sin llegar a niveles euforizantes. Y permite bailar lento… y cachondear a media luz… y disfrutar sin brusquedades.

El resultado, al menos en los charts, fue positivo para la ojiverde de las antípodas. Número uno irrefutable en Reino Unido, España, Rumania, Dinamarca y su natal Australia.

A veces ir lento es ir a la segura.

«Knew you’d be here tonight, so I put my best dress on, boy I was so right… our eyes connected…»