Nadie sabe si se fue una alineación cósmica o si el miembro más heavyweight de la banda One Direction se avivó y planificó la maniobra con alevosía y… astucia.
El 31 de marzo de 2017 Harry Styles retacó las benditas redes con el anuncio de «Sign of the Times», el ambicioso y largo sencillo que marcó su debut como aventurero solista. Y sucede que el aviso se dio precisamente 30 años después de la publicación del noveno disco de estudio de Prince, titulado «Sign O’ the Times».
Ya sin los otros chicos bonitos haciéndole sombra, el también histrión y embajador de la marca Gucci sacó la artillería de reflexiones para conversar con la revista Rolling Stone acerca del single, uno muy emotivo y hondo, aunque poco ortodoxo: «Mucho de lo que me lastima con respecto a lo que sucede en la actualidad no se basa en la política, sino en lo que considero fundamental: derechos iguales para todos, para todas las razas, igualdad de género, todo», lanzó el inglés. «La canción está escrita desde el punto de vista de una madre que da a luz pero que sufre complicaciones en el proceso. A ella se le expresa: ‘El bebé está bien, pero tú no lo lograrás.’ Así que la madre tiene cinco minutos para decirle a su hijo… ¡Avanza y conquista!‘»
«Just stop your crying, have the time of your life, breaking through the atmosphere and things are pretty good from here…»
El tema estandarte de su álbum debut (homónimo), como el resto de los tracks, fue compuesto en Jamaica, muy lejos de las tierras donde se bebe té crepuscular, superando los 30 grados celsius promedio y con una humedad exasperante. Styles cambió de aires sabedor de que la cuna de Bob Marley, la de los aromas a ron y a rabo de buey, agitaría violentamente su zona de confort y sacaría sus instintos creativos. No fue una decisión, sino todo un capricho.
Pasados unos meses de promoción, el joven dejó en claro que ninguna composición de su primer proyecto a solas le hizo sentir tan orgulloso como «Sign of the Times», sencillo que formalmente se estrenó el 7 de abril de 2017 en el Radio 1 Breakfast Show de la BBC.
«Vivimos en una época en la cual es demasiado fácil entristecerse por un montonal de factores, así que resulta pertinente recordar que en el mundo existen muchas personas excepcionales realizando una gran labor», manifestó Harry cuando tocó dialogar con The New York Times.
¿El resultado correspondió a su satisfacción? Ni duda. La acogida fue monstruosa y el ascenso vertiginoso. La canción destripó rivales en Reino Unido, Finlandia, Australia y México. En suelo estadounidense impactó tanto que mandó al álbum a lo más alto del Billboard 200. Ni en los sueños más locos del ex One Direction, el chico nacido en 1994 que alguna vez fundó la banda White Eskimo con unos amigos del colegio y alternó su incipiente pasión musical con extenuantes jornadas de trabajo en una panadería de Holmes Chapel, Cheshire, ganando seis libras por hora bajo las órdenes de un tal Mr. Wakefield.
Acaso alguien, en aquel localito con olor a levadura, se le acercó y le secreteó: «Deja esto, ¡avanza y conquista!»
Opina en Radiolaria