Parecería irónico que el demo de una composición tan pulida en la discografía de Roxette como «Crash! Boom! Bang!» haya sido grabado en unos estudios llamados Tits & Ass, ubicados en la ciudad de Halmstad, donde el líder de la dupla, Per Gessle, suele trabajar por horas y horas sus maquetas sonoras.
Fue en mayo de 1993 cuando la base de la pieza fue registrada en aquel inmueble por el músico, quien extirpó el título de una frase de «Jailhouse Rock», de Elvis Presley: ‘The drummer boy from Illinois went Crash Boom Bang‘. Exactamente un año después… sería lanzado como segundo sencillo del disco del mismo nombre.
«Supe de inmediato que contaba con los músculos necesarios para convertirse en un gran corte, apoyado en la voz de Marie (Fredriksson)», remembró Per en su página de Facebook, donde suele explicar algunas de las ideas detrás de las canciones del dúo sueco.
Gessle siempre ha sido un perfeccionista y un compositor sensato y no menos autocrítico que ha sabido entender cuáles de los demos que se graban con su voz terminan funcionando mejor entonados por su compañera.
«Es hermosa la línea melódica, realmente dramática. Marie luce mucho aquí y es tan convincente que le crees cada palabra que dice. Posee ese enorme talento que hace que ciertos cantantes se distingan del resto. A la vez, el arreglo de cuerdas de Clarence (Öfwerman, productor) es soberbio, me siento afortunado de trabajar con gente de tal calibre», dijo el artista.
«Crash! Boom! Bang!» tuvo éxito moderado como single, escalando únicamente en los listados de siete países, todos ellos europeos, y quedando lejos del gusto norteamericano. Incluso, la discográfica EMI en América se negó a publicar el álbum al considerar que Roxette había perdido mucho del encanto de sus trabajos previos.
Sin embargo, tanto el track que habla de grandes frustraciones amorosas como el disco en el que se inserta han añejado bien, y los conciertos del grupo particularmente en suelo latinoamericano han dado fe de ello.
En la gira de 2012, era Per quien canturreaba los primeros versos del tema, acompañado por el rasgueo de su guitarra acústica y un órgano como base. Ya luego entraba Marie y la gente estallaba emocionada para celebrar uno de los cortes más redondos y melancólicos en la carrera de la agrupación.
De los Tits & Ass Studios para el mundo…
«I’m walking down this empty road to nowhere, I pass by the houses and blocks I once knew. My Mama told me not to mess with sorrow, but I always did, and Lord, I still do…»
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