RADIOLARIA

En la mañana del 16 de abril de 2007, Cho Seung-Hui sembró el horror en las instalaciones de la Universidad Tecnológica de Virginia al protagonizar una serie de tiroteos contra el alumnado de la universidad, mismos que se extendieron durante al menos un par de horas con un saldo de 32 muertos. Luego… el surcoreano se suicidó.

El chico, fanático del baloncesto, estaba a punto de terminar la licenciatura en Inglés y pasaba sus días encerrado en el edificio Harper del campus. Fue descrito como un tipo ensimismado, sin amigos ni pareja. Según fuentes citadas por la prensa de Estados Unidos, en una nota de despedida Cho se mostró molesto por la moral «relajada» de la juventud norteamericana y criticaba, específicamente, a mujeres y niños ricos.

Poco después, la CNN reveló además que era fiel seguidor de Collective Soul, agrupación estadounidense cuyo tema noventero «Shine» le despertaba una enorme fascinación.

De acuerdo a testimonios recabados por la cadena, las letras de la pieza le resultaban de tal profundidad y significado al estudiante que sobre la pared de su dormitorio había escrito una y otra vez la frase: «Teach me how to speak, teach me how to share, teach me where to go.» Según alumnos de dormitorios aledaños, Cho ponía a diario y casi hasta el hartazgo dicha canción, incluso durante las madrugadas.

El 18 de abril, dos días después de la masacre, la banda fijó su postura en un comunicado: «Es una tragedia y estamos tristes por la pérdida de vidas. No viene al caso la relación con la canción. Lo importante envuelve las muertes que todos lamentamos como americanos«.

En febrero de 2012, Ed Roland, compositor de «Shine» y líder de Collective Soul, habló un poco de la pieza que se colocó en el ojo del huracán por los motivos mencionados. De antemano aceptó que, cuando niño, escuchaba mucha música gospel, ya que su madre tocaba el piano en una iglesia.

«Crecí escuchando mucho sobre los valores cristianos y sobre la Biblia, libro que leí más que ninguno y del cual tomé algunas frases. Cuando comencé a dedicarme a la música no me percaté de lo que hacía y nunca olvidaré cuando mi padre se acercó y me dijo… ‘¿Sabes?, ‘Shine’ es una plegaria’, lo que yo negué de inmediato», rememoró Roland en la entrevista con Bill Bodkin.

«Ahora que lo veo en retrospectiva, mi padre tenía razón. Era como alguien escribiendo una pequeña plegaria, aunque no era mi intención. Yo era simplemente un músico hambriento, buscando ayuda de manera desesperada. Si uno se fija bien, reviví mi formación y mi crianza, y lo que brotó (en la canción) fue lo que me enseñaron», añadió el vocalista.

Ed nunca imaginó que 14 años después del lanzamiento de «Shine» como sencillo, un joven tomaría sus «plegarias» como ritual previo a una despiadada e inolvidable masacre de abril.

«Oh, heaven let your light shine down.»