«I don’t want to to wait for our lives to be over, I want to know right now what will it be. I don’t want to wait for our lives to be over, will it be yes or will it be sorry?»
Paula Cole, la otrora corista ojiverde de Peter Gabriel durante el Secret World Tour de 1993, movió las fibras de millones alrededor del mundo a finales de los 90 con un par de hits derivados de su álbum This Fire.
Mejor conocida por su inclusión como tema de apertura de la serie Dawson’s Creek, «I Don’t Want To Wait» fue el sencillo que mantuvo a Paula en el gusto de la audiencia a nivel mundial después del golpazo mediático que resultó «Where Have All The Cowboys Gone?». Puras glorias de la cantautora norteamericana en aquel segundo semestre de 1997.
El origen de la pieza, cuya letra habla de vivir el momento y no esperar a que llegue el futuro poque es incierto y en ocasiones traicionero, está en la relación entre Cole y su abuelo, a quien alcanzó a ver una vez más antes de que éste falleciera en un pequeño pueblo de Massachusetts, donde ella fue criada.
«Fui a casa en Rockport en aquel verano, y una semana después de que llegué… él murió. Así que esa canción tiene su espíritu», dijo Paula, de acuerdo a la revista estadounidense Rolling Stone.
«I Don’t Want To Wait» se quedó a un tris de entrar en las diez grandes del Billboard Hot 100, pero por otro lado la calidad de la composición la hizo permanecer en dicho listado durante más de 50 semanas, además de que VH1 la colocó en el sitio 81 en el conteo de Las 100 Grandes Canciones de los 90.
Cole nunca volvió a impactar tanto en los charts como en aquel tiempo, quizá por eso se hizo más relevante el mensaje de aquella canción. Vivir el momento y no esperar al final de la existencia.
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