Para componer «Running Up That Hill» a mediados de los 80, la británica Kate Bush apeló a un concepto que algunos tacharon de bobalicón, pero que ha atravesado la cabeza de muchos: la posibilidad de hacer un pacto con Dios con el fin de convertir a una mujer en hombre y a un hombre en mujer.
Esto… con la finalidad de generar una gran empatía entre las partes y terminar con los conflictos que suelen poner en jaque los lazos sentimentales.
«Se trata de dos personas que están enamoradas, un hombre y una mujer, y la idea de que puedan intercambiar roles, él siendo ella y viceversa. Así podrían entenderse mejor. De alguna forma, hablando de las diferencias fundamentales entre sexos, supongo que removiendo tales obstáculos y siendo empáticos, podrían resolverse los problemas en una relación», le dijo Bush a la periodista Beth Fishkind en enero de 1986.
En un inicio el tema iba a llamarse «A Deal With God», pero los ejecutivos de EMI no quisieron arriesgarse a que la concepción divina pudiera desatar una reacción negativa de cierto público. Específicamente consideraron que no tendría rotación en países como Italia, Francia, Australia y República de Irlanda.
«Creo que la palabra ‘Dios’ implica algo de religión, pero muchas veces es usada de modo simbólico. ‘Él’ es el único que puede hacer que el amor sea auténticamente pleno. Esperemos que haya el suficiente número de personas que escuche la música sin atarla a cuestiones religiosas», compartió la artista en una charla con Richard Laermer en diciembre de 1985.
Los clásicos tiempos en que las disqueras se imponían y hacían valer su santa voluntad. Kate aceptó, aunque siempre ha confesado que el título original es el que le hace sentido a ella.
Además de convertirse el primer gran hit de Bush en suelo estadounidense como parte del álbum Hounds Of Love, el corte se adjudicó el puesto 3 en Reino Unido, y, hablando de los países «difíciles», se ubicó en el escalón 6 en Australia, en el 31 en Italia, en el 4 en Irlanda y en el 24 en Francia.
Sólo «Dios» sabe cómo le habría ido en dichas naciones con el título embrionario.
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