«Jesus, this is Judas!«, lanzaba a menudo Bono justo antes de comenzar «Until The End Of The World» en ciertos conciertos.
Una de las tantas facetas del cabecilla de U2 que daba campanazos. Y todo… en referencia a una de esas joyas que nunca llegó a ser sencillo, pero que jamás hizo falta que lo fuera. Con el tiempo, los fans convirtieron a esta pieza del Achtung Baby en una gema ineludible de la mitología alrededor de los irlandeses. Del sacramento.
El tema central: la traición. Y con ello, los dos personajes que más han quedado grabados en la historia de la humanidad alrededor de tal concepto. Amistad y veneración que de pronto se volvió engaño, infamia, deslealtad.
Entre el primer y tercer verso de la canción se hacen claras referencias al último sorbo (de aquella mítica cena con los discípulos), al beso de la traición con el cual Judas indicó a los guardias quién era el que debían apresar en el césped de Getsemaní, y al suicidio de Iscariote al ser devorado por las culpas. Una de las tantas muestras de duda extrema que se plantean en los pasajes bíblicos. Uno de muchos ejemplos de tentaciones haciendo su juego sobre el ser humano.
«In the garden I was playing the tart, I kissed your lips and broke your heart«.
En otro momento, el propio Bono alimentó las propias dudas acerca de la naturaleza de la composición al señalar que trataba también sobre un hombre con una prostituta. Todo lo imaginable, lo de siempre con los cortes del Achtung Baby, el álbum en el que se derribaba no sólo al árbol de Joshua, sino en el que se simbolizaba el derrumbe del matrimonio de The Edge y la desconfianza de Larry Mullen por el cambio de timón y de estilo en U2. Hay quien señala que el baterista pasaba más horas en un hotel de Berlín que en los estudios Hansa, abatido por la frustración de un nuevo tipo de banda, con otro sonido, con otra idea. Y, para colmo, Bono leyendo en aquel tiempo el Book Of Judas, escrito por Brendan Kennelly.
«Sabía que había algo interesante en esta idea inicial de guitarra, pero batallé enormemente para completar la música y llevarla en un sentido funcional. Bono trabajó por su parte la composición a manera de conversación entre Jesús y Judas. Al final, ambos aspectos combinaron y ‘Until The End Of The World’ tomó una nueva dimensión», reveló The Edge en una entrevista en diciembre de 1992.
«Esa fue la primera canción en ser terminada y mezclada. Fue muy difícil, hubo mucha experimentación, pero una vez que la concretamos, pensamos que debía ser el estándar para el resto de los temas», opinó el bajista Adam Clayton.
En el momento más caótico y confuso para el cuarteto, en el que se palpaba el fin de su propio mundo y seguían las discusiones en temas como «Mysterious Ways», apareció de golpe el primer átomo de «One» para salvarlo todo con sus mágicos momentos. Otra clase de redención. Traiciones, dudas y convulsiones que terminaron dibujando, paradójicamente, el instante más brillante de una creencia. Pero esa es otra historia.
Hablando de «Until The End Of The World», basta decir que tenía que existir una canción que envejeciera con elegancia y recreara por siempre estos claroscuros del ser humano. Y hoy, el track 4 de aquel álbum es coreado, tarareado y amado por millones.
Hay quienes incluso aseguran escuchar en alguna parte de la melodía el sonido de un martillo… clavando en madera…
¿O será el sonido de un árbol siendo talado en California?
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