Transcurrida más de una década, «Everything In Its Right Place» es uno de los cortes preferidos de las tribus radiohedeanas y quizá el track más importante, y menos «guitarresco», de Kid A.
Sin embargo, la prehistoria de la canción nos ubica en un momento complicado para Thom Yorke, el vocalista de la agrupación en bga en 1997 y que, justo por esta razón, provocó desajustes en la siempre volátil mente del flacucho frontman de Radiohead.
A Yorke le provocaba pánico el inminente logro de Radiohead: ser la banda de rock más grande del orbe.
«Salí de un show en Birmingham (durante el tour que promovía el disco OK Computer) y me senté en el camerino sin poder hablar. De verdad no me salía una palabra y la gente me preguntaba si estaba bien. Ni siquiera podía escucharlos, estaba en un punto límite, sino es que ya lo había excedido», contó Tom a la revista Rolling Stone.
El tipo estaba fuera de sí, mientras su grupo se colgaba elogios por doquier. No había más, el éxito (daño) estaba hecho.
Otra parte curiosa de esta inolvidable composición era la frase «Yesterday I woke up sucking a lemon«. Tampoco era una casualidad, mucho menos una volada al momento de escribir el tema. Era, auténticamente, la descripción del vocalista de su gesto perpetuo, donde parece que una parte de su cara ha sufrido un doblez y se contorsiosa sin remedio, como si un insecto lo acabara de morder.
Así, con estos ingredientes, «Everything In Its Right Place» es Yorke en sí mismo, el tipo temeroso al que asquean las multitudes de lamehuevos, y el hombre deseado por millones de mujeres… a razón de su rostro idéntico al que dibuja quien acaba de chupar un limón ácido.
Adorable Yorke. Todo en su sitio.
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