Y así se escurrieron décadas desde que David Bowie lanzó «Heroes», el himno que muchos colocan como el más importante en su brillantísima carrera.
La inspiración para edificar tal joya brotó en Berlín, ciudad en la que el «Camaleón» se instaló para escapar del ruido y barullo ingleses, con el fin de hallar nuevos motivos, nuevas razones y nuevas imágenes.
Y en particular, «Heroes» nació luego de que precisamente Bowie viera a dos amantes besándose con vehemencia junto al mítico muro de Berlín, aparentemente escondiéndose de algo.
El tema fue inmortalizado en el álbum «Heroes», de 1977, y se convirtió en una perla dorada de su catálogo, sin embargo, David no habló mucho más sobre aquella enigmática pareja que miró desde una de las ventanas de los estudios Hansa sino hasta 2003. Y hubo una razón…
Los enamorados eran Tony Visconti, productor en aquellos tiempos de Bowie, y la corista Antonia Maas. Y el romance entre ambos, mejor entendido como affaire, se daba justamente a espaldas de la esposa del primero, lo que colocó a David en posición de discreción absoluta en favor de su amigo.
«Ya tengo permitido hablar de esto. Esa pareja era en realidad Tony Visconti, quien estaba casado, y su novia. Creo que el matrimonio vivía sus últimos momentos y ello contrastaba con el ánimo de Tony, quien estaba perdido por esta mujer. Eso me llevó a componer la canción», declaró Bowie a la revista Performing Songwriter.
No por nada se configuran de tal modo el título y la letra del corte en el contexto del riesgo ante el que algunos desean ser héroes… aunque sea sólo por un día. Muy ad hoc con la filosofía y el manejo del tiempo y la noción de prisa y las ganas manifiestas y las sábanas arrugadas y los rincones secretos y los minutos perecederos y el peligro latente… de los amantes.
Héroes usuales de periodos determinados. Casi nunca héroes de por vida.
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