La cima de la agresividad de Metallica se dio entre 1983 y 1986. Y, en el segundo recital de la banda en el Foro Sol, el 6 de junio de 2009, aquel periodo fue la base de una noche memorable para quienes se definen como sus fans más rabiosos, leales y añejos.
Iniciar con «Creeping Death», «For Whom The Bell Tolls», «Ride The Lightning» y «Disposable Heroes» reflejó la intención del cuarteto para tal ocasión: exponer su cariz más rápido y violento, sin que ello afectara la pulcritud del sonido durante dos horas de rudeza total. Los temas nuevos podían esperar para mejor ocasión.
Para mostrar y sostener este aire colérico, la cuadrilla encabezada por James Hetfield dispuso tres premisas que distinguieron aquella aventura de las anteriores: interpretar menos de 20 temas por noche, eliminar el medley y extender las pausas entre canciones para coquetear con los fans un poco más.
Hubo más energía que el jueves previo, más voltaje en el bajo de Rob Trujillo, más clásicos en un set elegido por Lars Ulrich y la consecuente emoción de la audiencia, la cual había agotado de inmediato el boletaje del que era originalmente el primer show en México en 2009.
El escenario, con tres pantallas y cuatro sopletes de fuego, era simple, pero suficiente para una agrupación que brilla por su ejecución y aseo en cada composición. El único pecado se dio antes de que el grupo apareciera sobre la tarima, con un raspón en el sonido en «The Ecstasy of Gold».
Si hace años sus fans más radicales tomaban asiento para reprobar cada corte del disco negro por considerarlo lejano a los mandamientos del thrash con el que nació el cuarteto, en aquel show de 2009 los californianos limitaron la dosis de este célebre disco a tres temas: «Sad But True», «Nothing Else Matters» y «Enter Sandman». Todos coreadísimos.
Casi tres décadas después del debut con Kill’Em All, la pandilla ha confirmado que su faceta más agresiva también puede ser limpia… y perfecta.
Y, como ejemplo, nada como la imagen del propio Hetfield, aquel que antes arengaba a la multitud con mentadas de madre y dedos medios por doquier, y quien desde hace años recibe aplausos uniendo las manos en señal de plegaria. Un artista virtuoso, maduro y, al igual que su banda, sin aparente fecha de caducidad, absolutamente capaz de darle toques frescos a antigüedades como «Master Of Puppets» (la pista perfecta del slam en dicho concierto) «Fight Fire With Fire», «No Remorse» y «Seek And Destroy».
Con un final de repertorio tan sólido, aquella noche del 6 de junio de 2009 confirmó que la agresividad y la limpieza pueden convivir sobre un mismo escenario y eclipsar a todo escéptico que siga diciendo que Metallica «se afresó».
Setlist – 060609 –
The Ecstasy of Gold, Creeping Death, For Whom The Bell Tolls, Ride The Lightning, Disposable Heroes, One, Broken, Beat & Scarred, The Memory Remains, Sad But True, Turn The Page, All Nightmare Long, The Day That Never Comes, Master of Puppets, Fight Fire With Fire, Nothing Else Matters, Enter Sandman // The Prince, No Remorse, Seek & Destroy.
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