RADIOLARIA

¿En 15 minutos puede escribirse una canción que llegue al número uno en varios lugares? Sin duda.

Pet Shop Boys publicó «It’s A Sin» en junio de 1987 como primer single de su álbum Actually y de inmediato paladeó la miel en siete países: Austria, Alemania, República de Irlanda, Noruega, Suecia, Suiza y Reino Unido.

A su vez, el tema asaltó el Top 10 en los charts de Australia y Estados Unidos. Rotundo éxito del que, a la postre, se convertiría ese año en el sencillo de mayores ventas en Europa, a pesar de que las letras fueron escritas por Neil Tennant en un momento curioso de su vida.

Según ha referido el cantante en diversas entrevistas, experimentaba una especie de impotencia retroactiva con respecto a su educación católica, pero a la vez la lírica del corte era una especie de provocación, de broma alrededor de una fogata a la cual la gente no debía prestarle importancia. Pese a ello, uno que otro sacerdote de Newcastle habló de ello y hasta dedicó sermones alrededor de «It’s A Sin».

En un intento por agudizar la atmósfera religiosa, el vocalista de Pet Shop Boys decidió incluir en la canción fragmentos de la ceremonia cristiana, particularmente el que conocemos como «Yo Pecador», el cual sigue formando parte del rito de la misa dominical. Al final del track, se puede escuchar este rezo incompleto en latín: «Confiteor Deo omnipotenti, et vobis fratres, quia peccavi nimis, cogitatione, verbo, opere et omissione: mea culpa, mea culpa, mea maxima culpa…«.

En una entrevista con Andrew Sullivan en 2009, Neil declaró que, con el paso de los años, se ha esfumado cada vez más su admiración hacia el catolicismo, aun cuando en aquel 1987 era creyente y hasta disfrutaba en demasía aspectos del rito como la misa en latín, los cánticos corales y el incienso.

«Esas cosas hermosas me encantaban y se han perdido», señalaba el músico que, en su infancia, incluso llegó a ser acólito.

«Me he vuelto menos religioso conforme me hago viejo. Cuando escribí ‘It’s A Sin’ quizá una parte de mí aún era católica. Me gustaba el uso del latín, el incienso y los cánticos. Era un placer escuchar a todos esos chicos cantar, era como un himno de futbol, había algo hermoso en el rito».

Hoy que volteamos hacia atrás celebramos la creación de Tennant, oro puro que ha seguido brillando durante décadas y que, no por nada, se ha mantenido como una de las dos composiciones que la dupla inglesa ha interpretado en todos sus conciertos. Sería un pecado omitirla.