En 1982 Robert Smith declaró que si una canción de The Cure alcanzaba el primer lugar del chart británico, en ese instante disolvería la banda. Casi un año después, «The Love Cats» vio la luz y trepó la escalinata musical hasta detenerse en el séptimo peldaño.
Si bien cumplió su palabra y permitió que la agrupación siguiera adelante, la inserción de la canción en el Top 10 británico hizo que Smith entrara en crisis y se enrolara en otra banda con la cual simpatizaba: Siouxsie & The Banshees.
Mientras el tema invadía la radio en la Navidad de 1983 y se consolidaba como el corte más mediático de The Cure hasta entonces, Smith salía de gira con esa banda alterna y consumía una masiva cantidad de hongos y sustancias. Por ello, no resultó sorpresivo el video de «The Love Cats».
Inspirado justamente en su etapa de mayores excesos, Robert fingió estar interesado en una casa en Hampstead, con el único objetivo de grabar ahí dicho clip. Así, logró que el vendedor de bienes raíces le permitiera pasar una noche en esa morada. El resto de The Cure arribó horas después y, al final, las imágenes quedaron a la medida para ser editadas.
Smith entregó las llaves al día siguiente, argumentando que no tenía dinero suficiente para comprar la casa.
Casi 30 años después, «The Love Cats» no figura ya como el single más importante en la carrera de The Cure, pero se mantiene en la memoria del músico como el motivo por el que la agrupación casi se desintegra, según afirmó en una entrevista que concedió en 2004: «Escribí borracho la canción, el video lo grabamos borrachos, la promoción la hicimos borrachos. Era un chiste y fue lo más cerca que estuvimos de crear la canción pop perfecta. Qué horror».
Opina en Radiolaria