Un cable de la Europa Press en 2003 lo explicaba así: «Los estadounidenses responsables de los interrogatorios a los prisioneros de guerra en Irak están recurriendo a métodos singulares para vencer la resistencia de los presos a hablar, y les someten a sesiones intensivas de música ‘heavy’. Así, quienes no cooperan son obligados a escuchar durante periodos prolongados canciones del grupo Metallica, considerado culturalmente agresivo para los iraquíes«.
Según declaró el sargento Mark Hadsell, sus enemigos jamás habían oído heavy metal, por lo que exponerlos a ello por 24 horas seguidas propiciaría que su cerebro y funciones corporales bajaran y su voluntad terminara por quebrarse.
Este trato a los prisioneros de guerra fue investigado en su momento por Amnistía Internacional, pero más allá de ello, resultó irónico el uso de la música de Metallica para tal cometido. A final de cuentas, la banda de San Francisco es y ha sido un constante crítico de la guerra en letras como «No Remorse», «One», «Disposable Heroes» y, más recientemente, «The Day That Never Comes».
Así, su propio país los utilizó del modo menos pensado.
Aquí dejo el famoso tema que usaban en Irak.
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