El mérito de tan buena fotografía es de Bob Gruen. La pose es de Iggy Pop y la sensualidad de Debbie Harry.
La imagen data de 1977, y se congeló exactamente en uno de los baños de camerino, antes de un concierto de Iggy, a quien precisamente Blondie le abría la gira de entonces.
Nunca se supo si Debbie buscaba el pezón o el trago de Iggy, pero la incógnita siempre ha propiciado que la imagen sea motivo de morbo y fantaseo de rockeros, especialmente porque, por alcohol y por cachondeo, queda claro que todo es cuestión de actitud.
Fue tomada en Toronto 20 años antes de que Debbie cantara la tonada más bien popera «Maria» y 32 años antes de que Iggy bajara considerablemente la velocidad para interpretar «Les Feuilles Mortes».
No hay duda: la gente cambia, las fotografías permanecen.
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