Metallica culminó hace unas horas sus festejos a propósito de 30 años de historia con un recital en The Fillmore que, si bien no en DVD, sí quedará chiclosamente registrado en las páginas «sangrientas» del heavy metal.
Apenas ayer por la tarde el ex Metallica y líder de Megadeth, Dave Mustaine, anunció en su cuenta de Twitter que tocaría con la banda de San Francisco, de la cual fue despedido en 1983 por sus «excesos», su mal comportamiento y su alcoholismo. De inmediato se generó una enorme expectación por ver cómo se comportarían tantos egos congregados en un mismo escenario, aun cuando durante la gira del llamado Big Four ya se han dado acercamientos tangibles.
El setlist de la cuarta y última noche de celebraciones en el íntimo The Fillmore incluyó 20 temas, comenzando con «Orion», en memoria del fallecido Cliff Burton, pasando por «Through The Never», «Ride The Lightning» y The God That Failed» y repasando un par de cortes del disco St. Anger (2003), «Dirty Window» y «Frantic», en los cuales subió al escenario el productor Bob Rock.
Jason Newsted, el otrora bajista de Metallica y quien ya había sido invitado en noches previas a tocar con la leyenda de San Francisco, contribuyó en «King Nothing» y se hizo cargo de las vocales en «Whiplash», tras lo cual, todo quedó listo para atestiguar lo que muchos fans esperaban: ver a Dave Mustaine con sus ex compañeros.
Cinco temas consumaron este reencuentro lleno de sobriedad y carente de envidias: «Phantom Lord», «Jump In The Fire», «Metal Militia», «Hit The Lights» y «Seek And Destroy», es decir, la columna vertebral de Kill ‘Em All, el álbum debut de Metallica editado en 1983. Valga resaltar que en las últimas dos canciones también participó Ron McGovney, el primerísimo bajista de la agrupación.
La fotografía que ilustra este texto fue tomada por Bill Hale el 18 de octubre de 1982 en el Old Waldorf de San Francisco y reúne a James Hetfield, Lars Ulrich, Dave Mustaine y Ron McGovney, una alineación embrionaria e histórica. Por cierto, Mustaine, un chico demasiado agresivo para la banda, acababa de escupir en los pantalones de McGovney, un tipo demasiado pasivo para el grupo.
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