RADIOLARIA

16 de septiembre de 1932. Con un país ahogado por la recesión y el suicidio volviéndose la cosquilla más extrema pero ya no tan inusual en la mente de millones de estadounidenses, aquella actriz de caireles rubios se miró al espejo ese viernes de verano y confirmó su semblante en ruinas.

Vapuleada por haber perdido de último momento el papel de su vida en una cinta y con su exesposo convertido en la nueva pareja de otra actriz, la joven de veinticuatro años Peg Entwistle avisó a sus tíos que saldría a buscar unas pastillas, tomó su automóvil, enfiló hacia el celebérrimo letrero de Hollywood inaugurado en 1923, se las ingenió para trepar por la escalinata de mantenimiento y desde lo alto de la letra “H” se precipitó al vacío.

La brisa californiana siempre fue un vehículo adecuado para arrullar y trasladar de boca en boca la leyenda de que, desde aquella tarde, el fantasma de Peg merodea el gran cartel de Hollywood y a menudo puede observarse su silueta sentada en la parte superior de la “H”. La muerte de la actriz se dio un mes antes de que se estrenara el filme Thirteen Women, su único rol en la industria del cine luego de algunos papeles en obras de teatro.

Ochenta y cinco años después, la neoyorquina Lana Del Rey y el canadiense The Weeknd hicieron con sus voces un bello cantoral llamado “Lust for Life” cuyos versos comienzan así: “Climb up the H of the Hollywood sign, yeah, in these stolen moments the world is mine (doo-wop, doo-wop) There’s nobody here, just us together (shoo-roo, shoo-roo)…” Y el guiño a Peg no para ahí: en el respectivo video dirigido por Clark Jackson ambos canturrean y romancean justamente encima de la “H” del gigantesco anuncio que representa a Los Ángeles como un atractivo paraje turístico.

Del Rey, sin embargo, no quiso engordar en demasía la leyenda cuando un enviado del portal Genius charló con ella sobre su nuevo disco de 2017 y desgranó en particular aquel segundo sencillo producido por Rick Nowels y lanzado a primera hora del 19 de abril. “Nunca habíamos escuchado esa historia aquí en el estudio. Jamás he visto un fantasma en mi apartamento dentro de la H», aclaró Lana a su entrevistador con sobrada convicción. “Tal vez sea un poco extraño tener a un invitado en la canción principal de un álbum, pero realmente me encanta la composición y habíamos dicho por un tiempo que íbamos a hacer algo juntos (con The Weeknd); yo hice algunas cosas en sus dos últimos álbumes», expuso Del Rey en otra conversación con Dazed.

Alejándose de la melancolía de otros trabajos y con dos estrellas enredando su mejor momento en una canción donde resbala la tentación de morir joven, “Lust for Life” no trepó tan alto en el chart estadounidense, pero se incrustó en el corazón de los devotos de la cantante estadounidense y permaneció ahí, a salvo, sin mayor drama ni gloria. Como una chiquilla que sube a lo alto de un monumento, toma asiento y descuelga los pies y los menea. Inofensiva, entusiasta, a salvo de otros y de sus propios impulsos.