
Salvaje y endeble, Scott contempló en vida sus propias constelaciones, unas que no muchos más notaron en el firmamento, lo que, en consecuencia, le hizo vivir defendiéndose a menudo de esos que buscaron en sus versos más telarañas que rubíes.
Una noche, con veintidós años, se sentó a tejer “Sex Type Thing”, el primer bombazo de Stone Temple Pilots, supuestamente unos minutos después de que una de sus antiguas novias le compartiera que había sido víctima de un suceso traumático con tres hombres. “Las letras de la canción fueron escritas acerca de una violación y del asedio sexual hacia las mujeres, algo que nosotros como banda consideramos muy relevante. Pero no quisimos abordarlo de la manera en que se hace un típico pronunciamiento político en el cual uno suele decir ‘Esto es en lo que creo’. Más bien, yo decidí meterme en la mente del macho americano que ve a las mujeres como un objeto sexual. Pensé que sería interesante plantearlo desde la posición de esta clase de hombres”, manifestó un Weiland en estado de reposo durante una emisión de Headbangers Ball de MTV, en 1992.
Sentado en su piedra, con esos ojos inelásticos, inocentes y un tanto lunáticos, esos huesos chipoteándole los hombros y esos brazos que por ser exageradamente flacos eran incapaces de protegerle de los mazazos del mundo, así miró Scott el más allá. Pero casi nadie, acaso solo sus compinches en el grupo y un rubio desfajado de voz rota al frente de otra banda de grunge, entendió que así lo hiciera.
“Es difícil cantar una canción como ‘Sex Type Thing’. Es un tema que se planta contra la violación, algo así como ‘Polly’ de Nirvana. Fue nuestro primer sencillo y se hizo enorme. La historia de que era una canción contra la violación era bien conocida, pero por ahí hubo un par de conciertos en los que salí a cantar con un vestido de abuela de los años 60, y llovieron críticas. Ni siquiera se dieron cuenta del mensaje real. Ha habido dos generaciones de fanáticos de la música y los medios de comunicación son completamente diferentes ahora. Así que la gente realmente no sabe de qué trata ‘Sex Type Thing’. Me fastidia cuando veo a muchos cantándola. Es básicamente lo contrario a lo que teníamos en mente cuando la escribimos”.
Como planteó atinadamente el incomprendido rockero, siempre tentado a teñirse el cabello y a decolorarse la sanidad con alguna sustancia poco saludable, la “Polly” de Nirvana incluida en el disco Nevermind de 1991 también es recitada por Kurt Cobain desde la propia oscuridad de un abusador: “Let me clip your dirty wings, let me take a ride, cut yourself, want some help, please myself…”
Así que Kurt, ese otro genio experto en machetear el silencio pero eternamente atormentado que tampoco sabía eludir los latigazos del exterior, miró un cielo semejante al de Weiland, y esos animales fantásticos trotando en las nubes de algodón, y esas constelaciones similares… y esas bellezas y esas deformidades. De un mismo tipo de musa o monstruo se nutrieron para construir una variante de poesía única.
Aunque vivió un suspiro, Cobain alcanzó a escribir “Rape Me”, un corte de In Utero más crudo y más directo para que esos miles que en 1991 no entendieron nada ahora sí lo hicieran dos años después. Y ya luego… aplastado por la desilusión y con varias partes del cuerpo y de la mente indispuestas a seguir existiendo, se pegó un tiro.
Scott decidió quedarse en este mundo veintiún años más, yendo y viniendo entre conciertos multitudinarios y soledades peligrosas donde nada ni nadie le auxilió. Divorciado, automedicado y con una arteria obstruida casi por completo, miró su última constelación desde el autobús de gira de su banda alterna, The Wildabouts.
“I am, I am, I am, I said I wanna get next to you, I said I gonna get close to you. You wouldn’t want me have to hurt you too…”
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