
La historia diseminada por doquier reza que a la luz roja de una esquina en Clinton, un barrio popular de Manhattan, y justo antes del paso de cebra, el compositor, productor y arreglista Bob Gaudio detuvo su automóvil y aguardó al cambio de color en el semáforo. Una chiquilla con playera desgarrada y rostro percudido se le acercó para limpiar su parabrisas, a lo que el músico respondió regalándole un billete de diez dólares. «Su carita se me quedó grabada en la mente hasta el día que decidí escribir ‘Rag Doll’», recordó Gaudio en una entrevista en 2009.
Aquel encuentro derivó en la confección de uno de los hits más alabados de The Four Seasons, la banda de Nueva Jersey capitaneada por Frankie Valli que robó momentos, reflectores y altos escalones del Billboard a los fortachones The Beatles cuando casi nadie parecía capaz de contener la avanzada británica en territorio norteamericano. Así pues, el final feliz de «Rag Doll» llegó en julio de 1964, cuando la canción se instaló en el primer puesto del Billboard.
Aquella versión, sin embargo, tiene su lado B. Hace años un usuario de la red enmarañó un buen número de cuestionamientos a Charlie Calello, otrora arreglista e integrante de los Four Seasons: «Gaudio ha contado siempre la historia de su inspiración para escribir ‘Rag Doll’ (semáforos en el tráfico, niña con ropa destrozada lavando el parabrisas del coche) y ha dicho que Bob Crewe contribuyó a la segunda estrofa. Ahora se dice que a (los compositores neoyorquinos) Denny Randell y Sandy Linzer se les ocurrió la idea y que Crewe y Gaudio simplemente la remataron. ¿Gaudio está siendo parcial con la verdad? ¿Recibió Crewe un crédito por no colaborar demasiado? ¿Deberían Randell y Linzer tener créditos de composición? ‘Rag Doll’ sigue siendo una grabación tan icónica que estoy seguro que a muchos de nosotros nos gustaría saber la versión definitiva acerca de cómo llegó a ser escrita. ¿O este es otro ejemplo sin respuesta de ¿Le preguntas a cuatro chicos, obtienes cuatro versiones’?»
A la avalancha de preguntas Calello respondió: «¡Ahh, cómo se tuercen las cosas! Linzer y Randell le mostraron a Gaudio una canción en la que trabajaban que carecía completamente de letra, así que cuando la interpretaron la cantaron con ‘oohs’ y ‘ahhhs’. En cuanto a la melodía, ¡eso es simplemente Gaudio! Puede que incluso se haya inspirado en la chiquilla que lavaba las ventanillas de su coche, pero la idea de los ‘oohs’ y ‘ahhhs’ es lo que lo inspiró. Gaudio no se robó la canción, solo utilizó el concepto. Linzer y Randell jamás pensaron que Gaudio les había robado la idea. De hecho, siempre se mostraron orgullosos de saber que provocaron la idea de Gaudio, fuera consciente de ello o no».
En 2014, a los setenta y dos años de edad, Gaudio regresó a Manhattan y revisitó aquella esquina en la que una muñeca de trapo limpió su ventanilla y poco después, en una conversación con el periodista Paul Freeman, descongeló aquel entrañable episodio del pasado: «Cuando la luz de aquel semáforo finalmente cambió, me alejé y miré por el espejo retrovisor. La niña se mantuvo parada en medio de la calle, con este billete de diez dólares, mirándolo atónita, mientras muchísimas bocinas sonaban. Eso se quedó conmigo por siempre».
«Called her rag doll, little rag doll, such a pretty face should be dressed in lace…«
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