Yugoslavia muda

b4a8a7f98478fb1f0c3f000dc3bff57f¿Cómo poner a temblar anfiteatros enteros y mover audiencias que se cuenten por masas sin pronunciar una sola palabra? En los últimos meses de 1995 Robert Miles se unió al reducidísimo y selecto grupo de virtuosos que tienen la respuesta. Y lo hizo a través de una belleza instrumental que no tuvo oponente en aquel año.

«Compuse ‘Children’ después de que mi padre me mostró fotografías de niños víctimas de la guerra de 1994 en Yugoslavia», confesó Miles, según un artículo firmado por Tobias Fischer.

Trasladada a la época actual, la creación de Robert Concina -su nombre verdadero- calificaría de «viral». Arrasó en cada sitio en el que los programadores la colocaron en rotación y su resonancia fue mayúscula durante casi tres años. Nada sorpresiva fue su escalada al primer puesto en los listados de popularidad de dieciocho países, dando un sólido espaldarazo al movimiento electrónico precisamente cuando el grunge y el britpop se aprovechaban del declive del metal para reinar en sus respectivos territorios sin objeciones ni revueltas.

Nacido en Suiza, de ascendencia italiana y fogueado en clubes de vibra latina, Miles hizo magia en un pequeño estudio de cuatro metros por cuatro que él mismo adaptó a muy corta distancia de la esfera familiar. Su padre había regresado de una ardua labor humanitaria en Yugoslavia con un manantial de recuerdos e imágenes que recogían las atrocidades, la desolación y el enorme sufrimiento de los niños en los Balcanes. Más conmocionado que conmovido, el pianista y DJ echó a andar la máquina con rapidez hasta finalizar «Children», un corte mudo pero lleno de pasión y destinado a ser el gran estandarte de Dreamland, la placa con la que el músico debutó oficialmente en noviembre de 1995.

No obstante el adictivo entretejido musical, Robert tenía grandes y recurrentes dudas con respecto a la composición que, apenas a sus veintiséis años, se volvería su obra maestra y lo convertiría en amo absoluto de las pistas de baile, máximo representante del dream trance e influencia directa de nombres como Armin van Buuren, Paul van Dyk y Markus Schulz.

«Estaba ansioso de ver las reacciones del público. Decidí probar suerte y una noche abrí mi set con ‘Children’, emocionado y al mismo tiempo muy temeroso porque el DJ previo había terminado su actuación con algo demasiado pesado. La gente se quedó viendo la consola un tanto desconcertada y yo sentí que se me enfriaba la sangre, incluso bajé la mirada», contó Miles. «Pero después se dio algo climático y cuando observé de nuevo había cientos de manos levantadas y una sonrisa en cada uno de los rostros.»

Esa misma noche, poco antes de marcharse a casa, Robert fue abordado por una chica con manos temblorosas y lágrimas en los ojos. Apenas pudo pronunciar palabra para preguntar al DJ qué tipo de música había programado.

«Nunca olvidaré aquel momento. Por fin había sido capaz de sacar mis emociones por medio de la música. Mi sueño se volvió realidad», rememoró el hombre que en 2017 falleció intempestivamente a los cuarenta y siete años.

5 respuestas a “Yugoslavia muda”

  1. Maravilla de canción, estaba estudiando en Inglaterra en ese entonces y fue uno de esos grandes himnos bailables de la historia, sabía parte de esta historia pero no completa, gracias por compartir.

  2. Esta canción siempre me llegó mucho pero en especial mientras más pasan los años, si se me hacía que tenía algo muy emocional atrás de la música y quizás era eso lo que me emocionaba de la canción aún cuando no sabía que era una historia tan fuerte, lo que si es que me parece muy bello que alguien se inspire en lo que pueden sentir o sufrir los niños por cosas tan tontas y estúpidas como las guerras, a mi la canción se me hace muy pura, el mundo de los niños deberían dejarlo en paz

    Tqmmm!!!

  3. Gran canción , interesante historia…. siempre es un placer leer cada uno de tus post..

  4. Por supuesto, muy pegajosa y bastante buena.

  5. clásica, melancólica y un hitazo todo eso es children.

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