«I swear to God, in this light and on this evening… London’s become the most beautiful thing I’ve seen«, susurraba Tom Smith en la apertura del tercer disco de Editors.
El track que daba título al álbum era «In This Light And On The Evening», una de las composiciones más extrañas y misteriosas si se toma en cuenta lo que la pandilla de Birmingham había hecho hasta entonces, alejándose del rock recostado en guitarras y confiando en una nueva gama de propuestas sonoras, más electrónicas, de la mano del afamado productor, Flood.
La canción no sólo sirvió de apertura del disco, fue también el pilar de todo un concepto de elogio a la capital inglesa desde la óptica de Smith, reforzado por una portada llamativa y colorida que exhibía sobre fondo oscuro una serie de edificios londinenses.
Cuestionado en 2013 sobre lo que lo había detrás del tema, el vocalista del ahora quinteto fue directo y conciso: «El horizonte de un atardecer lluvioso en Londres, visto desde la parte alta de Parliament Hill».
¿Qué se ve desde esta apacible colina al noroeste de la ciudad en la que dirigió la mirada el músico? Muchas estampas citadinas, desde el Wharf hasta el London Eye sin pasar por alto la cúpula de St. Paul. El curioso siente que el terreno verde lo inhala, lo devora… y lo consume hasta maravillarlo.
Inspiración pura para el flaco líder de Editors, así que no fue extraño que el álbum saliera disparado directamente hacia la cima del chart británico, convirtiéndose en uno de los discos más vendidos de 2009.
Pintura hecha música, emoción hecha éxito.
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