El amor, el surf y Beth

vedder.jpgLa cantaba con ojos cerrados, tensando las mejillas y con temblorina en los párpados. La cantaba así en la época en que su cabellera se enredaba, cuando solía vestir chaqueta color café y su comportamiento era el de un rebelde sin causa para abanderar a una agrupación que olía a suciedad y deseaba instalarse en la primera línea de combate del grunge.

El contestatario y rabioso Eddie Vedder, entonces adicto a trepar los andamios de los escenarios para cantar borracho desde las alturas, compuso «Oceans» de golpe, pensando en el surf de la costa oeste y en una chica especial que fungiría formalmente como su esposa entre 1994 y 2000.

Y la pieza, corta pero bella, fue parte importante del disco Ten, con el que Pearl Jam debutó oficialmente en 1991.

«Esta es una canción de amor que escribí acerca de mi tabla de surf (risas). No, en realidad es sobre una persona que espero ver mañana… y que se llama Beth», dijo Vedder durante la interpretación del tema en el MTV Unplugged del grupo, en 1992.

Beth Liebling, oriunda de Chicago, bajista y cofundadora del grupo Hovercraft, entabló una relación entrañable con Eddie desde 1983 y quedó en la memoria de un sinnúmero de fans de Pearl Jam, quienes pensaron que fue ella el epicentro de inspiración del músico para componer varias de las letras de la cuadrilla. En realidad, la aclaración de éste durante la mencionada emisión de corte acústico fue la más contundente de la que se tenga memoria. Sobre otras composiciones sólo vuelan mitos y elucubraciones.

«Oceans», la gran favorita del guitarrista Stone Gossard dentro del tracklist de aquel legendario álbum, nació líricamente en las condiciones más improbables e inesperadas. Durante un ensayo, alguien de la banda pidió a Vedder salir a poner monedas al parquímetro.

«Lo hice y cuando regresé, me quedé afuera sin poder abrir la puerta. Llovía y yo no estaba preparado para ello», reveló el frontman a la revista Seattle Sound en 2009.

«Traía un papel y una pluma en mi bolsillo y mientras… la banda estaba tocando en el interior. Lo único que yo alcanzaba a escuchar era el bajo. Cuando hicieron una pausa, empecé a golpear la puerta tan fuerte como pude, seguía lloviendo. Al final pensé… ‘Al demonio, sería bueno escribir algo’.»

Y ahí surgió la letra de la canción que Eddie y sus secuaces interpretarían por primera vez en directo en el pequeño pero mítico Off Ramp Cafe de Seattle. Ahí, donde alguna vez rugieron otras criaturas feroces como Alice In Chains, Soundgarden y Nirvana.

«You don’t have to stray the oceans away, waves roll in my thoughts, hold tight the ring… the sea will rise…»

2 respuestas a “El amor, el surf y Beth”

  1. Tiene una voz original aunque no me fascina pero definitivamente me encanta la forma en la que se inspiró para escribir la canción. A menudo pasa que sacas buenas ideas en ratos como ese

    Tqmmm!!!

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